LOS RETOS INSTITUCIONALES

Sin teoría pedagógica, no puede existir práctica pedagógica.  Sólo se cumple con las relaciones técnico – econométricas exigidas por las políticas Neoliberales adoptadas por el Ministerio de Educación Nacional.

 Para ejecutar cualquier intento de modificación del plan de Estudios y/o proyecto Educativo, se requiere de una acción participativa,  pedagógica y  jurídica.

 La  constitución política habla de los Mecanismos de participación y concertación que deben ser adoptados por las instituciones Educativas en Sendas Reuniones Ampliadas de Consejos Académicos, de Estudiantes, de Padres y  en eventos participativos en los  Consejos Directivos.

 La teoría pedagógica fundamenta la práctica pedagógica y  las experiencias colectivas  determinan la Consolidación de un Norte Pedagógico que respete la diversidad Curricular institucional y Contextual.

 En consecuencia la evaluación pedagógica es una acción Educativa encaminada a mejorar los procesos pedagógicos y curriculares.

 La evaluación pedagógica debe ser Institucional y Significativa sobre procesos de aprendizajes Contextualizados.

 La Evaluación pedagógica difiere de la Evaluación Institucional,  es de tipo investigativo y no de resultados Cuantitativos sino Cualitativos y Formativos,  es un proceso que tiende a fortalecer la acción Educativa.

 La acción Jurídica por si sola no permite democratizar los procesos pedagógicos, técnicos y administrativos, la sola norma impide la libertad de enseñanza, de cátedra y obstaculiza las innovaciones.

 Al existir claridad Conceptual sobre Evaluación, pedagogía, sociedad, enseñanza, currículo, Educación, Hombre y plan de Estudios se retoma el sustento pedagógico y el acervo jurídico para construir Colectivamente una alternativa Académica y Contextual de acuerdo a la diversidad Institucional.  Para ello, los comités de área y los Consejos Académicos participativos y ampliados mediante una teoría pedagógica, se nutren bajo las nuevas concepciones Ideológicas sobre políticas, practicas y evaluación pedagógica, utilizando para ello la Educabilidad, la Enseñabilidad y la Comunicabilidad.

 La Institución debe adoptar los Mecanismos de las Comunidades Académicas para fortalecer Pares Académicos mediante Conversatorios y encuentros de prácticas pedagógicas por áreas que intenten buscar el perfil pedagógico Institucional.

 Se posibilita la construcción de Comunidad Académica, cuando volvamos la mirada al sentido Común, nos olvidemos del Tecnicismo, la Econometría, la estética de la planta física y podamos desprendernos de viejas practicas inquisidoras, rezagos de Feudalismo y opulencia académica, solo así seremos  pares académicos.

 Lo anterior significa romper viejos esquemas y paradigmas saliendo de un mundo cuadriculado para adaptarnos  a las exigencias contextuales de la comuna y la región.

Es necesario que como Educadores nos apersonemos del currículo flexible y no mantenernos radicales con una intensidad horaria que históricamente nos da el poder y el control sobre otras asignaturas, desconociendo el principio de la igualdad y el acceso al conocimiento.

 El conocimiento es universal, no es de unos pocos, no tiene feudos cuando se construye colectivamente y si estas líneas contribuyen a la unidad pedagógica y curricular, se convierte en documento Institucional respetando derechos de autor y producción intelectual.

 Los eventos, procesos y proyectos construidos en el seno de la institución no pueden seguir siendo dueños de unos pocos, deben ser convertidos en procesos Participativos e Institucionales.

 Los estándares y competencias al no ser analizados colectivamente, con una mirada Pedagógica, Critica y alternativa, atentan contra la calidad de la Educación y la Autonomía curricular e Institucional.

Abordemos los retos como procesos de manera Participativa, Creativa y alternativa para fortalecer la defensa de la Educación Publica.

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