COLEGIOS Y UNIVERSIDADES MAL ACOMPAÑADAS

Nuestro departamento no escapa a las normas Santanderistas como política Nacional emanada a través del congreso de la república y los ministerios, en  consecuencia Neiva también acumula en sus anaqueles  la normatividad vigente.

 El código del Menor decreto N° 2737 de 1989 en su titulo tercero prohibiciones y obligaciones especiales, no permite la entrada  de menores a salas de cine, discotecas y tabernas donde se presenten espectáculos  para mayores.

 Se prohíbe igualmente  la entrada de menores de catorce años a las salas de juegos electrónicos  pero insólitamente frente a cada Institución están las maquinitas, billares y canchas de tejo debidamente autorizadas por la Secretaría de Gobierno y Planeación Municipal.     El Plan de Ordenamiento Territorial (P.O.T.)  en términos objetivos no existe, todo es subjetivo y permisible hasta el punto de cerrar las calles con vallas metálicas para permitir el desfile extracurricular y frente a la Universidad están los sitios prohibidos por la ley.

 Continúa el código del Menor, se prohíbe la venta, préstamo o alquiler  a menores de edad de cualquier material pornográfico, pero en los sitios donde expenden  licor obsequian las revistas porno o recomiendan que en el  “parche” venden pepas, éxtasis, marihuana y perico.   Está prohibido colocar los equipos de sonido con volúmenes altos por la contaminación auditiva  y el exceso de decibeles, que  afectan el oído  e incluso la perdida del mismo y al frente de la mayoría de las Instituciones Educativas se hallan   “las tiendas” convertidas en tabernas que no permiten el desarrollo pedagógico en las aulas de clase porque el sonido es ensordecedor.  Los negocios debidamente autorizados como bares, billares, wiskerías, estancos, licoreras, tiendas comercializan cerveza, cigarrillos y aguardiente, son  contaminantes, en cuyo entorno estimulan la drogadicción y la prostitución; estos lugares  son los que rodean nuestras Instituciones Educativas y Universidades.

 La contaminación también es visual, auditiva, ambiental y ecológica, violando la política del buen vecino  y en consecuencia del buen ciudadano.

 No basta la enseñanza de los valores en nuestras Instituciones   sino existe la ética pública por parte de la secretaría de Salud, Gobierno, Planeación y la CAM que critican la contaminación, el ruido, la prostitución,  drogadicción y la venta de licores, si las mismas entidades gubernamentales legalizan los negocios que  acompañan  su alrededor, a dos casas  e incluso frente al colegio y en las universidades existen  los locales que protege el P.O.T.

 La política y el concepto de Espacio Público está intencionalmente mal concebido porque no son los vendedores ambulantes los culpables del desorden, también son la ocupación de los andenes, calles, avenidas de estancos y almorzaderos y la legalización de negocios frente a colegios y universidades que permiten el consumo de drogas, el estímulo de la prostitución, alcoholismo que con la autorización de juegos de azar incrementan los robos y la delincuencia juvenil.

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